Itinerario propuesto : Sobre Windgälle de María García Ibáñez
Gribrann Morgado
Ascenso
Usted seguramente habrá estado alguna vez frente de un laberinto, pero no frente a uno que sea soluble mediante elevaciones exhaustivas y descensos como forma de avance. Es decir, un laberinto montañés. Pensemos que ya nos encontramos en uno que requiere algún esfuerzo mental.
Para seguir las rutas que propongo para una Windgälle desprovista de naturaleza, es necesario el rodeo. Saber con antelación que deliberadamente no se habla de la obra de manera directa sino que se le asedia por sus alrededores, por diversos ángulos de visión y relatos, unos inventados, otros reales y algunos cuantos más fuera de esas categorías. Dicho de un modo simple, Windgälle no se conoce por una sola vía. Con la idea en mente de que se trata de una montaña en particular, no es complicado desligarla del simbolismo que rodea a las montañas en general. Así, por ejemplo, es posible pasar por el tamiz la cuestión de la conquista asociada con el ascenso, la sacralidad de la cúspide (como si las concavidades y las capas cubiertas no la expresaran también), el monte como personaje y escenario del vértigo romántico, la ilustración mimética de la orografía y demás.
Contrario a la impresión de que el alpinista al llegar a un pico lo que hace es conquistar montañas, diremos que es en su lugar sólo el humilde trazo de una ruta. Un recorrido es un recorrido. Conviene pensar que tiene más de mudanza irrepetible que de trofeo a una valentía diminuta según las proporciones con que se compare: la altura respecto a las proporciones humanas o la soledad histórica (“nadie ha llegado hasta aquí antes”). Esta misma descripción podemos usarla para referir a la exploración imaginaria o visual que hacen algunos cartógrafos a la distancia y a la que hacemos los demás al interpretarla.
Grosse Windgälle------ 46°48´0´´N - 8°43´60´´ E
Windgälle---------------- 776°480´0.05 S- 991°98´1 W
Los modelos resumen y no siempre reflejan. Crean versiones inéditas del original, se confrontan con su origen aunque no se desee y en especial si no se desea.
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Puzzle
Rara vez se ha desconfiado de que la distinción de una prominencia de otra tenga que ser una cresta y no su inevitable conexión horizontal con otras cumbres, como se puede ver en los amplios sistemas montañosos. La factura de Windgalle corta el espacio en las cuencas, donde la continuidad cede para englobar una región como parte de una anatomía (aunque anatomía signifique “cortar hacia arriba” etimológicamente) que no se limita a la cumbre.
El monte análogo, un fenómeno muy excepcional que podría insinuar algunas cosas de gran ayuda sobre Windgälle
*La historia inacabada de René Daumal es así: Pierre Sogol, un sujeto calificado como estrafalario porque se dedica a demasiados oficios y posee un conocimiento erudito acerca de cierto tipo de alpinismo inusual, reúne a un grupo de personas de distintas procedencias para una expedición hacia una montaña escabrosa en una isla. Escabrosa sobre todo porque los materiales que la conforman tienen la extraña propiedad de curvar el espacio circundante, por lo que no es fácil dar con ella. Aún así, no se trata propiamente de una montaña ilusoria, es real. Claro, en especial si lo que se considera real es lo suficientemente flexible. Los especialistas no son de mucha ayuda para la expedición si de ubicarla se trata, pero hay un esquema que haría reconocible un acceso a él pues el monte análogo no se puede ubicar con medios cartográficos convencionales. El monte análogo se halla detrás de una membrana imperceptible que conecta a una realidad tan enrarecida como aquella de la que ha partido el equipo de Sogol. Muy curioso es el hecho de que una guía sea realizada para describir la desorientación así como la deformación espacial y no para ubicar la montaña con precisión, motivo principal por el cual se supone que existen los mapas y las maquetas.
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*Analogía del Monte Análogo: Windgälle no tiene mucho que ver con la montaña suiza homónima, que dicho lo anterior, su relación con ella podría ser la de la analogía como una capa invisible que hay que traspasar. Si dijera que es solamente una montaña simbólica quizás estaría diciendo una verdad a medias. Si uno busca en google maps a Windgälle, los resultados son ambiguos en su localización gráfica a pesar de que las coordenadas sean precisas sobre todo al tratarse del instrumento más poderoso para tal propósito. La bruma alrededor de su localización contribuye más que al misterio, a la desvinculación ya de por sí expresa entre el traslado de las formas naturales al arte y las magnitudes.
*Había una arcaica técnica alpina sherpa practicada en los lugares con picos medianos y por tanto poco mencionados entre las proezas, en la cual, por descabellado que pueda parecer, se empleaban las manos como bases en lugar de las piernas que estaban constantemente ocupadas localizando asideros confiables. La razón de su desuso tiene que ver con la misma por la cual era acto de veneración debido a su alto riesgo: aprovechaba la sensación de descenso cuando lo que se hacía era ir cuesta arriba, manteniendo la mente pegada al suelo en todo momento...
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En realidad Pierre Sogol había dedicado un osado artículo a la hipótesis de un Monte Análogo que el sentido común habría tomado como irreal o tonto. De acuerdo con esto, el apelativo de monte análogo no podría ser ganado por las montañas más altas y conocidas como el monte Everest, el Monte Olimpo o la montaña K2 pues al ser “conquistados” en el acto de haber sido escalados o por ser accesibles, habían perdido su poder analógico. ¿En qué consiste eso? lo dice el narrador de Daumal “Para que una montaña pueda desempeñar el papel de Monte Análogo es preciso que tenga una cima inaccesible para los seres humanos tal como los hizo la naturaleza, pero una base accesible. Debe ser única y existir geográficamente”
Proceso de modelado cuando no hay manos ni pies ni gravedad:
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Otro tipo de itinerario que parece típicamente descriptivo
*Las soluciones (tanto imaginarias como tangibles) de María García-Ibañez en Windgälle son nítidas, no porque sean reflejo de nada en particular sino porque están hechas gracias a sus propios accidentes y casualidades. Aunque las montañas son justo accidentes fastuosos que comparten una tectónica de sentido con cierta lírica, pues también son parábolas del cambio gradual y de la quietud simultáneamente, deben su deterioro casi a las mismas razones por las que adquieren tan particular morfología y estabilidad. Windgälle muestra relieves en el campo seccionado de un sistema montañoso. La gran ausencia es justo la del paisaje. El paisaje suele mostrar los efectos de fuerzas azarosas, pero aquí si algo moldea a las superficies y a las masas internas que las soportan, es una pericia de las decisiones antes que una atadura al naturalismo.
* Windgälle se advierte como pesquisa topográfica cuando las restricciones de cierto marco artístico obligan a limitar la manufactura escultórica de la instalación con fines expresivos, y en cambio como construcción estética cuando los modelos orográficos solo aparentan buscar una ilustración instrumental en las ciencias de la tierra. Al lidiar con ambas y con ninguna el resultado de Windgälle se halla en un limbo de las definiciones. Estar lejos de la representación permite a los dibujos, maquetas, objetos, serigrafías, acercarse a los dos epicentros estéticos que según George Simmel al describir los Alpes son irrenunciables: lo informe y el tamaño. Puede que sea una observación demasiado pragmática que tal vez no sea compatible con las características idealizadas de lo montañés en especial cuando es construido en espacios bajo techo. Cuando un fragmento de los Alpes es trasladado a la obra de arte, según la guía de Simmel “en ningún objeto, el efecto que produce la forma es indiferente a la medida”.
Rapel
Desde las faldas o piedemonte de ciertas cordilleras se perciben los estratos y otros indicios de su creación. En el caso del proyecto Windgälle, sólo es posible una vez completado uno o varios itinerarios. Este, que ha sido muy breve, presupone que para bajar de Windgälle es necesario completar las demás rutas que se presentan. Lo más importante que a mi parecer ofrece la geología de Daumal para contrastar a la Windgälle de las coordenadas extravagantes con aquella real de la que toma el nombre y la forma, es: “La puerta hacia lo invisible tiene que poderse ver”. A su vez para lograr tal cometido las laderas visibles de Windgälle tienen que poderse intuir/interpretar/contar. A partir de los registros de la obra de María, de los modelos hechos por otros y las fotografías satelitales o aéreas de la montaña tal cual es, añado una compuesta de las ideas que sugerí y que puede leerse libremente como un poema visual o algo por el estilo.